-¿SABÍAS QUE LAS MÁSCARAS DE ANONYMOUS ENRIQUECEN AL IMPERIO TIME WARNER?

Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.

Abraham Lincoln

El mundo está atravesando una época de cambios sucesivos en materia informativa. Las personas se han inclinado, en su mayoría, por los medios de comunicación alternativos; demostradores de la verdad, fueron provocado un progresivo sentimiento de indignación que se ha traducido de varias formas, una de ellas ha sido la protesta social, sumamente positiva para lograr las libertades por las que luchamos día a día.

Las máscaras de Anonymous. 

       Como sabrán, cada una de las movilizaciones lleva consigo algún tipo de eslogan como bandera. Los primeros indignados han denominado a su acto de protesta como el “Movimiento 15M”, en Estados Unidos  ocurrió lo de  “Ocuppy Wall Street”, nosotros, en este caso, veremos cómo el colectivo Anonymous, tal vez sin querer, hace un aporte económico significativo al imperio contra el que justamente luchan.

¿A qué nos referimos con esta afirmación? Veamos, como hemos explicado en el artículo  anterior relacionado a este tema, las máscaras que ahora son el emblema de Anonymous, primeramente fueron el alma máter Guy Fawkes, un rebelde que intentó incendiar el Parlamento británico, con seres humanos dentro, en 1605.

Luego de cientos de años, esta máscara se transformó en el “rostro” de un film lleno de mantras socio-políticos llamado “V for Vendetta”, para luego llegar hasta la época actual del grupo anteriormente mencionado, capaz de realizar efectivos ataques en contra de empresas multinacionales en un abrir y cerrar de ojos.

Entonces, ¿cómo es que estas máscaras enriquecen al imperio Time Warner? La respuesta es simple: 

Los derechos de imagen le pertenecen a la firma. Esto quiere decir que, gracias a cada máscara “original” de Guy Fawkes vendida, nuestros amigos de Warner obtienen pingües ganancias que se vuelcan directamente a sus arcas.

Hagamos una simple cuenta imaginaria, 

¿cuántas máscaras cree usted se han vendido? 

¿cuál es su precio? 

Un artículo de The New York Times explica el primer interrogante de la siguiente manera:

Vendemos más de 100.000 máscaras al año, y esta es la más vendida de su categoría, dice Howard Beige, Vicepresidente ejecutivo de Rubie`s Costume, una empresa de disfraces de Nueva York que produce la máscara.

En respuesta a la pregunta del precio, el mismo artículo dice que se venden a un valor de 6 dólares cada una. Pueden hacerlas ustedes mismos los cálculos y sacarán la conclusión del negocio millonario que han establecido Time Warner, y sus secuaces, con este tema de Anonymous.

Muchos se olvidan, o no saben, o se les pasa por alto el trágico final de la historia de Guy Fawkes en su intento por “luchar” contra los represores  a través de un ataque que hoy bien sería denominado como terrorista, a este accionar se le llama desde entonces la “Conspiración de la pólvora”. 

Wikipedia describe este hecho de la siguiente manera:

Los trece conspiradores alquilaron una dependencia en los sótanos del Parlamento, donde poco a poco fueron almacenando 36 barriles de pólvora, aguardando a que el rey abriese oficialmente las puertas del Parlamento a principios de octubre de 1605 para hacerlos estallar.

Pero una epidemia de peste obligó a aplazar la ceremonia hasta el 5 de noviembre.Diez días antes, un noble católico, William Parker, barón de Monteagle y cuñado de Tresham, recibió una carta anónima en la que se le advertía del peligro que corría al asistir a la ceremonia del rey. Quizás fuera Tresham el autor de la misiva, o acaso Robert Cecil, conde de Salisbury, conocedor desde hacía meses del plan de magnicidio y organizador más que probable, con su equipo de espías e infiltrados, de un concontra complotrigido a descabezar definitivamente la «hidra jesuítico-católica-romana».

El 4 de noviembre, Salisbury dio orden al jefe de seguridad para que registrase el edificio del Parlamento. Allí encontraron a Guy Fawkes ultimando los preparativos para la voladura. Sometido a torturas, Fawkes reveló los nombres del resto de los conspiradores.

    Como hemos dicho en ocasiones anteriores, de ninguna manera las movilizaciones pacíficas son un problema, sino todo lo contrario, es saludable que las personas tengan interés en luchar por cambiar cuestiones políticas de cada país que realmente dejan mucho que desear. El problema de este tipo de movilización es que, a pesar de estar en contra del sistema, necesita de él y sus aportes para emprenderlas, dándoles importantes sumas de dinero que hace un tiempo jamás hubiesen esperado.

Miles somos los que luchamos por un mundo mejor, por la estabilidad social, por la igualdad de condiciones y es realmente gratificante ver cómo se suman cada día miles de personas. No es necesario adoptar un alter ego creado por el mismo sistema al que enfrentamos, cada uno tiene una identidad que le sería de gran utilidad al mundo, cada persona tiene la capacidad para crear ideas revolucionarias y emblemas que nada tengan que ver con el imperialismo.

Amigos  y amigas es momento de poner manos a la obra y dejar que nuestras ideas fluyan en búsqueda de soluciones positivas a estas problemáticas de fondo que nos atacan constantemente. Cada uno, desde su lugar y con sus conocimientos, puede ser el engranaje que falta para emprender la revolución.

Como dijo una vez Ludwig Wittgenstein: “Revolucionario será aquel que pueda revolucionarse a sí mismo.