lunes, 9 de junio de 2014

-¿PUEDEN LAS MUJERES REPRODUCIRSE SIN NECESIDAD DE HOMBRES?


      Como decía una famosa canción de Tammy Wynette en los años 60: "A veces, es difícil ser mujer" (Sometimes it's hard to be a woman).






       Como si cargar con el peso del proceso reproductivo no fuera lo suficientemente duro, la naturaleza les jugó una gran broma: hizo que necesiten a los hombres para completar la tarea y les dio un tiempo limitado para procrear.

Tal vez sería más sencillo si las mujeres pudieran hacerlo solas. Después de todo, no todos los animales están obsesionados con el sexo.

Según un informe de New Scientist publicado a principios de este mes, los nacimientos virginales son comunes en la naturaleza. Las hembras de muchos animales complejos y de gran tamaño, como los lagartos y los tiburones, pueden reproducirse sin los machos. Este proceso se llama partenogénesis y apenas ahora nos estamos damos cuenta de la frecuencia con que ocurre en otras especies.

¿Podrían los humanos aprender este truco biológico y permitirle a las mujeres embarazarse a voluntad sin que los hombres se entrometan?

Es cosa sabida que si desean concebir, las mujeres necesitan, como mínimo, de esperma. Sin embargo, no hay razón por la cual ese esperma tenga que provenir de un hombre.
Hace 10 años, investigadores japoneses crearon una rata que tenía dos madres y ningún padre. La llamaron Kaguya, en honor la mítica princesa de la Luna que nació de una caña de bambú. Fue producida en un laboratorio combinando material genético de dos hembras.

Con un poco de ayuda, las células madre de un donante femenino pueden transformarse en espermatozoides, algo que jamás ocurriría bajo condiciones normales. Por lo tanto, sería posible gestar un niño con dos madres si cada una aportara la mitad del material genético.

Obviamente esto no es tan sencillo, le dice a la BBC Allan Pacey, un biólogo reproductivo de la University of Sheffield. "Podemos crear algo que se ve como un espermatozoide en el microscopio, pero es muy difícil saber si está programado genéticamente como tal", explica.

"No sé si existe otra forma de averiguarlo que no sea usar dicho espermatozoide y ver si el bebé se desarrolla con normalidad. Esto puede hacerse en ratas, pero hacerlo en humanos implicaría potencialmente dar un paso muy grande", añade.


EMBARAZO A SOLAS

    Incluso si los investigadores lograran eliminar ese obstáculo, las mujeres aún necesitarían de una segunda persona. ¿Qué pasaría si no fuera así?



En la naturaleza, la mayoría de las hembras recurren a la partenogénesis sólo cuando es estrictamente necesario: generalmente, esto ocurre cuando están aisladas de los machos.

Por ejemplo, si varias hembras de dragones de Komodo terminan en una isla desierta, pueden dar a luz machos y comenzar una nueva colonia. De forma similar, la partenogénesis en los tiburones se puso de manifiesto luego de que varias hembras quedaran inexplicablemente embarazadas estando solas y encerradas en acuarios.

Sin embargo, esto sólo se da en situaciones difíciles para los animales. "La mayoría de los grandes animales no se reproduce asexualmente porque esto carece de interés evolutivo", comenta Pacey. "Pierden la diversidad genética que ayuda a mantener saludable a la población", explica.

En teoría, sería posible producir un niño con el material genético de una sola mujer en el laboratorio. Sin embargo, el costo sería un alarmante embotellamiento genético. Al existir una diversidad genética muy limitada, aumentaría el riesgo de defectos congénitos, malformaciones, taras y otras enfermedades.

Tomemos como ejemplo a las familias reales europeas, las cuales estaban casi todas emparentadas de una forma u otra. Una deformidad llamada prognatismo, la cual causa que la mandíbula inferior sobresalga, era tan común entre la nobleza europea que le decían "labio de Habsburgo". El pobre príncipe Carlos II de España tenía la mandíbula tan prominente que le dificultaba comer.


 En una población normal, está malformación desaparecería, pero en el pequeño mundo de la nobleza europea, emergió una y otra vez.

BOMBA DE TIEMPO GENÉTICA
Así como la endogamia reduce la diversidad genética de una población, la autofertilización puede reducir la diversidad genética de sus hijos.

Si usted decide reproducirse por su cuenta, su niño tendrá un solo progenitor y, por lo tanto, la mitad de la información y la diversidad genética de un niño normal.






      Cada generación siguiente de padres solitarios seguiría esta tendencia, aumentando el riesgo de que surjan defectos genéticos subyacentes. Su descendencia podría terminar sufriendo un colapso de su diversidad genética mucho mayor que el de cualquiera de las familias reales europeas.

"No es un buen camino a seguir", dice Pacey. "Es aconsejable sólo hacerlo por una o dos generaciones".

Así las cosas, si una mujer realmente quisiera renunciar a la reproducción sexual, sería prudente que guardara algo de su material genético, una especie de copia "maestra" que sus descendientes pudieran usar para reemplazar la pérdida de diversidad en las siguientes generaciones. Aunque esto daría origen a un árbol genealógico verdaderamente confuso.
Desafortunadamente, este truco sólo retrasaría lo inevitable. Si usted se casa con la idea de embarazos exclusivamente virginales, sus niños no serán más que un eco evanescente de usted mismo.






NOTA DE LA REDACCIÓN:
Esta noticia debio gustar a los seguidores del movimiento LGTB, pero como vimos aunque fuera posible, es peligroso,  anti natural y tendremos medio humanos retrasados y enfermos y  que muy probable  a futuro será la misma la naturaleza que se encargue de desecharlos como material basura.


jueves, 5 de junio de 2014

- LA DESIGUALDAD SOCIAL VISTA DESDE GOOGLE EARTH (BARRIO RICO VS BARRIO POBRE) MUESTRAN LA ABISMAL BRECHA ENTRE RICOS Y POBRES TANTO EN MÉXICO COMO I EN MUCHOS PAISES DEL MUNDO.



    A través de imágenes comparativas de google earth constatamos como la desigualdad social se manifiesta tajantemente en los espacios físicos que habitan integrantes de una misma población.

una inusual campaña publicitaria capta el burdo sincretismo de colonias lujosas y barrios paupérrimos, escenas divididas, en los peores casos, por una sencilla barda.


¿La desigualdad es inherente al ser humano?

     Hay personas más capaces que otras, más felices que otras, más sanas que otras, incluso en una misma familia, y quizá esa diversidad es justo una alienación a nuestra esencia. Pero además de las discrepancias orgánicas, el sistema capitalista privilegia la acumulación en una lógica de “dinero llama dinero”, y facilita que las personas menos favorecidas se estanquen en un loop de falta de oportunidades. 

¿Quién otorgaría un buen crédito a una persona con pocos recursos? 

¿Cómo puede una persona sin educación concebir el emprender un negocio con altas probabilidades de éxito?


      En países como México, con una desigualdad desproporcionada, el 1% de los mexicanos concentra el 43% de la riqueza, las ciudades albergan barrios paupérrimos, pero también lujosas colonias que contrastan groseramente con los principios de equidad.  La expresión más obscena de este fenómeno, se recrea cuando estas divergencias se dan, surrealmente, a solo unos pasos entre sí.


En las colonias acaudaladas la vegetación se erige como compañera, los céspedes cuidados, y las grandes casas contrastan con los espacios grises de las zonas empobrecidas, plagadas de material en construcción: el gris es el sello de estos sitios misérrimos que se elevan como un grito de auxilio que del otro lado, entre las comodidades, nadie escucha. Es otro mundo, uno blindado y alejado a millones de kilómetros de conciencia.

Mexico













       La desigualdad de recursos, de oportunidades, y de calidad de vida, entre miembros de una ‘misma’ población es un fenómeno que caracteriza a la mayoría de las sociedades contemporáneas. Y su intensidad es tal que empapa la forma de vestir, los estilos de vida, y los espacios físicos. 

Paisajes donde grandes extensiones de barrios lujosos conviven, en ocasiones separados solo por una irónica barda, con colonias donde sus habitantes viven en condiciones de flagrante marginalidad. 

Se trata de contrastar imágenes de barrios acomodados y barrios marginados dentro de una misma ciudad. La diferencia entre unos y otros espacios es insolente. Por un lado vemos zonas arboladas, con inmuebles ‘estratégicamente’ organizados y separados entre si por una distancia relativamente grande.

Al otro extremo vemos hogares grises, representados por diminutos pixeles que se esparcen caóticamente alrededor de una zona estrechamente definida, como si se tratase de pequeñas orgías de concreto que se encuentran a años luz de las vistosas tendencias eco-urbanísticas. 

Y aunque ciertamente no necesitamos confirmar el pésimo diseño socioeconómico en el que nos encontramos inmersos, cuyo mayor pecado sea tal vez la flagrante desigualdad de recursos entre unos y otros, lo cierto es que no por ello este ejercicio resulta menos perturbador, una pieza memorable de la estética del desequilibrio. 




Río de Janeiro

Rochinha




Zona Sul



Oakland
West Oakland




Piedmont



Houston
Fourth Ward





River Oaks



Chicago
Woodlawn





Hyde Park



Beijing
Fengtai




Chaoyang





Boston metro area, Massachusetts
Ball Square, Somerville




West Cambridge




El Salvador

Soyapango  otras colonias aledañas




San Bartolo y otras colonias aledañas



Escalon,  Escalon Norte y La Mascota 




San Benito



Santa Elena





Medellin, Colombia
 
Santa Cruz 




Poblado



Bogotá, Colombia 

Ciudad Bolivar




Usaquén





Barcelona
La Verneda




Pedralbes



México
Tijuana